Out of context
Cristina Jurado
Cierto que en casa se hablaba inglés, pero hasta entonces no había comprendido que aquel era un idioma distinto al de la escuela. Simplemente, no me había dado cuenta. Entonces empecé a prestar atención y comprendí que Josefa, nuestra asistenta, no entendía lo que decíamos cuando servía la mesa. Llegué a creer que se trataba de una lengua secreta inventada por mis padres para comunicarse conmigo sin hacer partícipe al resto del mundo de nuestros asuntos domésticos.
El origen de los acontecimientos en los que me he visto envuelto recientemente se remonta a unas semanas después de uno de mis cumpleaños, cuando mi abuela Margaret vino a pasar una temporada con nosotros. Era una mujer sosegada, de mejillas sonrosadas y moño tirante que olía a agua de rosas, y que hablaba siempre en voz muy baja.
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